martes, 6 de mayo de 2014

Respuesta a Circulares Nº 21 y Nº 22


MEMORANDO N° 15.14 

DE: Mesa Permanente de ATD

PARA: CEIP

ASUNTO:  Respuesta a Circulares Nº 21 y Nº 22
                  
FECHA:   30 de abril de 2014


La Mesa Permanente de ATD de Primaria en el marco de sus facultades previstas en el Art. 17 del Reglamento que regula su funcionamiento, en tanto deben “cumplir las tareas específicas que le cometiere a la asamblea, oficiando de interlocutor con el CODICEN o el respectivo desconcentrado”, atendiendo a lo dispuesto (Art.1 y 3) como “órganos deliberantes con facultades de iniciativa y funciones consultivas en los problemas técnico-pedagógicos de la rama respectiva y en tema de educación general”. “Las Asambleas de Docentes podrán:
-3.1. Emitir opinión en todas aquellas cuestiones de índole técnico-pedagógico o en temas de educación que el Consejo Directivo Central o cada Consejo desconcentrado les sometan a consulta.
-3.2. Ejercer iniciativa como órganos de asesoramiento en los problemas técnico-pedagógicos de la rama respectiva y en temas de educación general.
-3.3. Pedir a los Consejos respectivos los datos e informes que estimen necesarios para el cumplimiento de sus cometidos.”
Atento a lo expuesto anteriormente y frente a la lectura reflexiva y comprometida de las Circulares N°21 y Nº22 de ese Consejo de fecha 27 de marzo de 2014 que toman como eje central la consideración del tema Evaluación, en sus diversas modalidades, en el marco de los valores y principios que sustentan la Ley de Educación N°18437, que invisten de carácter normativo los documentos emanados de Inspección Técnica, expresa:

·         se advierte un desconocimiento y subestimación de la profesionalidad de los maestros, no valorando la práctica profesional de los docentes en el marco de su autonomía técnica y en el respeto por la libertad de cátedra.

·         la contraposición a lo expresado y vastamente desarrollado en el marco conceptual que orienta el Programa Escolar, en el cual se fundamenta la enseñanza orientada por objetivos, desarrollada por contenidos y la evaluación de conceptos, frente a la evaluación propuesta en las mencionadas circulares que orienta la enseñanza por competencias, determinando como “evaluación formativa”, la evaluación en línea, a la cual se pretende dar el alcance de evaluación general, aplicada por cualquier integrante del colectivo docente de la escuela. Transcribimos a continuación resoluciones de ATD  que explicitan claramente la opinión fundada de los maestros: “seleccionar, distribuir y evaluar conocimientos es una de las funciones de la escuela. Tener presente que la evaluación escolar constituye una de las funciones políticas de la escuela que nos obliga a tomar posición frente al problema desde una perspectiva didáctica, ética y colectiva. Por lo tanto requiere, respeto al individuo, responsabilidad compartida y la participación en la toma de decisiones.”

·         esgrimir como fundamento pedagógico “el derecho del niño y su familia a acceder a una buena educación para la cual es imprescindible la evaluación”(Circ. Nº22) desde la perspectiva de la ATD, evidencia desconocimiento por parte de Inspección Técnica, de los procesos evaluatorios que se desarrollan en las aulas en forma permanente, ya que el maestro como profesional recurre a la herramienta de la evaluación como un componente más de su planificación, incluyendo todas las áreas del conocimiento, apostando al desarrollo holístico de los educandos.

·         la ATD (2011) al analizar documentos oficiales  sobre “Evaluación en Línea” en los que,  referido a ¿qué evaluamos?,  se explicita “la información producida por las evaluaciones del sistema hasta el momento, está solamente disponible para un limitado número de disciplinas curriculares: Lengua, Matemática y Ciencias Naturales. Esta selección no ha sido ingenua ya que responde a una necesidad de acotar las áreas a evaluar en función de estar limitados por recursos tanto técnicos como financieros que nos imposibilitan de momento diseñar una evaluación que tienda a la obtención de información acerca de la totalidad de las disciplinas consideradas a nivel curricular. Decimos que no es ingenua en el sentido de que las limitaciones a las que aludimos hacen necesaria la selección y jerarquización de unas disciplinas sobre otras, de aquellas que son consideradas y de aquellas que de momento no se han tenido en cuenta. Evidentemente la selección de las mismas no se debe a que unas sean más importantes que otras, sino a motivos que tienen que ver con su funcionalidad, en función de su importancia como disciplinas transversales y atendiendo al desarrollo de técnicas de evaluación macro cuya experiencia a nivel mundial se centra fundamentalmente en estas asignaturas”. La ATD plantea que además de los aspectos financieros y técnicos mencionados, cabe pensar que la “no ingenuidad” obedece al interés de promover esas áreas o disciplinas porque las empresas, el mercado y las necesidades de desarrollo económico, necesitan que los futuros trabajadores tengan la capacitación necesaria que se requiere.

·         dado el conocimiento de la realidad educativa del país, la Mesa Permanente advierte que está en conocimiento que no es lo mismo el 82% de las escuelas, que el 82% de los alumnos. El porcentaje de niños evaluados a través de la propuesta en línea no sobrepasa el entorno del 65% de los alumnos del ámbito público y privado.

A partir de los conceptos desarrollados en las circulares mencionadas respecto a la evaluación, se advierte con preocupación que las orientaciones teóricas que se reflejan en dichas circulares pertenecen a corrientes de pensamiento, especialmente de la línea tecnicista, que contradicen los conceptos de Hombre, Ciudadano y Educación que emanan del marco filosófico y antropológico de la Ley N°18437 y el Programa Escolar, lo que implica un franco retroceso ideológico.

El término competencias nos retrotrae a las décadas de los 80 y 90 en las cuales el paradigma economicista y de educar para la sociedad de mercado eran los que regulaban todas las decisiones a nivel político y por tanto educativo. Asimismo decir que la evaluación en línea es evaluación formativa, es desconocer el carácter situado de la evaluación formativa, con resultados que no pueden ser generalizables, ya que responden a una realidad determinada donde inciden diferentes variables.

La ATD ha producido vastos documentos que abordan la necesidad de construir un cambio en el vínculo entre la Escuela y el Sistema que enmarca su accionar, desde el respeto en forma situada a las características de los centros y la identidad de los colectivos. En este mismo sentido se han desarrollado las ponencias de autores actuales respecto al tema evaluación, provenientes de la corriente de la Pedagogía Crítica, que inspiran y dan sentido al ideal de Hombre, Ciudadano y Educación que se pretende desarrollar de cara al desafiante e incierto Siglo XXI.

Otra imagen notoria en este retroceso ideológico lo brinda la opción de las pruebas online, donde se busca la evaluación de las competencias a través de un resultado, disfrazándolas de ser formativas. Las pruebas formativas, tal como lo plantea José Gimeno Sacristán “tienen la misión de indicar al alumno, por un lado, su situación en el proceso de aprendizaje y, por el otro, para que el profesor o quien guíe al alumno tome conciencia de cómo discurre el proceso de enseñanza aprendizaje y pueda ser reconducido… es una evaluación exigente, no por los instrumentos que utiliza, sino porque hace de la evaluación un proceso reflexivo de investigación en la acción para profesores y profesoras”….” En educación también tenemos nuestras particulares agencias de rating tipo Moodys. Las evaluaciones externas que, en nuestro caso, se realizan promovidas por administraciones desde fuera, aplicando pruebas que valoran al alumnado en una serie de indicadores, cumpliendo determinadas funciones y tienen también efectos secundarios no fáciles de controlar, aunque en la realidad es que dichas administraciones son las que las promueven y las patrocinan, condición por la cual nunca son objeto de evaluación.”  
Tomando en cuenta la fundamentación teórica del SEA (2014), hacemos acuerdo en que la evaluación en línea es “una innovación en materia de evaluación educativa” pero, la misma se impone a las instituciones y, como todo lo que se impone, no se siente como propio o válido. A su vez, nos retrotrae a la época del conductismo donde las respuestas se buscaban más  por ensayo y error que poniendo en juego los procesos.
Se dice que “Instala a nivel nacional un referente conceptual común”. Desde ATD el único referente que consideramos válido es el contexto de las instituciones y el Programa de Educación Inicial y Primaria” del año 2008, elaborado por todo el colectivo docente.
Se plantea que “una de las ideas medulares reside en generar instancias de reflexión docente, a nivel aula e institución, utilizando como base sus instrumentos de evaluación”; la ATD Nacional ha solicitado durante años 10 horas semanales dentro de la carga horaria docente para la reflexión, investigación y producción de los colectivos docentes. La mayoría de las Escuelas y Jardines del país no cuentan con ningún espacio colectivo, se ofrecen para esta instancia 4 horas de sala docente, paga, no obligatoria y fuera del horario escolar. Esta oferta por sí sola alcanza para demostrar que la importancia de tales espacios de reflexión solamente importa en el discurso, ya que desde la Inspección Técnica se destinan salas para el abordaje del análisis de la Evaluación en Línea y otros temas  prescriptivamente, desconociendo la autonomía institucional y profesional de cada centro. Cada institución debiera poder determinar en forma situada los temas a desarrollar en cada sala docente, para que el propósito de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje se efectivice.
Es pedagógica y didácticamente poco creíble que una evaluación en línea pueda “ favorecer discusiones pedagógicas centradas en lo que deben poner en juego los estudiantes a los efectos de resolver cada una de las actividades, más que en el resultado eventual obtenido en una prueba concreta”. Este proceso solo lo descubre el docente a lo largo del ciclo escolar, trabajando con el niño, analizando sus producciones, escuchando sus respuestas, viendo sus reacciones. Pensar que se puede reflexionar en base a una respuesta dada a una máquina en un momento preparado para ello, sobre los procesos de los alumnos, es pedagógicamente equivocado.
Se fundamenta el valor de las pruebas en la “articulación de distintas miradas sobre las pruebas desarrolladas”, sin aclarar que la mirada fundamental, la de los colectivos docentes, no existe..
Cuando prima la evaluación del afuera, sobre la evaluación institucional, se genera desconfianza y en pos de las leyes del mercado donde si se invierte, se tiene que demostrar un producto o resultado. Rancière nos dice “Los únicos insensatos son los que tienden a la desigualdad y a la dominación, los que quieren tener la razón. La razón empieza allí donde cesan los discursos ordenados con el objetivo de tener razón, allí donde se reconoce la igualdad: no una igualdad decretada por la ley o la fuerza, no una igualdad recibida pasivamente, sino una igualdad en acto, comprobada a cada paso por estos caminantes que, en su atención constante a ellos mismos y en su revolución sin fin en torno a la verdad, encuentran las frases apropiadas para hacerse comprender por los otros”. Esos caminantes son los que no tienen voz en estas políticas impuestas: los maestros en las escuelas.

Por Mesa Permanente

Raquel Bruschera     Teresita Rey     Elena Zabala     Jorge Bertolino  
Gabriela Arbeleche     Maider García     Cristina Figueredo

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